Se usa generalmente para la decoración de cristales y espejos, aunque se puede utilizar para otros casos. Además aporta intimidad y elegancia.
Se denomina al ácido porque simula el efecto que los cristaleros consiguen sobre el vidrio tratándolo con ácido.
Para su montaje se coloca, de la misma forma que los demás vinilos, humedeciendo la superficie a pegar y presionando del centro a los lados para que no queden burbujas. Si aparece alguna mancha de otro tono es porque queda más húmedo en algunas zonas que en otras. Tras unos días se secará por completo y el color será homogéneo.